lunes, junio 19, 2006

Perception Reflex, Review nostálgica

Se había inventado la escritura, la rueda y poco más. Ni existía internet y los SMS eran imposibles de enviar a menos que utilizaras el morse en un teléfono con hilos de la única compañia que existia: Telefónica.
Así que no os extrañe que también el material y los modelos de kayak eran más bien pocos. Perception tenía un pequeño catálogo con unos cuantos modelos de aguas bravas y Prijon-Eskimo otro. Nada más. Creo que ese año la máxima novedad era la Invader, y la gente navegaba en T-Canyon, Dancers, gamblers, M.I y topos. Tampoco había ni la centésima parte complementos actuales. Unos anoraks de Palm, ni mucho menos estancos, unos cubres de neopreno que filtraban todo lo habido y por haber, y unos cascos Ace o los Romer. En palas el carbono era novedoso y caro, solamente los competidores los utilizaban. El resto nos conformábamos con unas Ainsworth de plástico con pértiga de alumnio o unas Schlegel de idem todas a 90 grados. Chalecos poquitos, dos o tres modelos a lo sumo.
El rodeo o el playboating ni se sabía que era puesto que no se había inventado y un buen loop o una candeleta atrás era lo máximo que se podía esperar.
Dónde yo remaba el Club Náutico Gradense, el slalom era la actividad preferida y obligatoria, así que después de haber tenido que pasar una temporada con una Perception Mirage para aprender algo, lo cual me valio miles de risas de los crios que remaban desde hacía tiempo- yo empecé a una edad algo tardía- se me concedio la venia para utilizar una slalom. Dado que las de competición eran inasequibles y muy rompibles (150.000 ptas. o 200.000 era un pastón) la solución fué la reflex, un barco en plástico con forma y fondo de slalom.
No me acuerdo muy bien de cuanto media, alrededor de los 3 metros. muy poco volumen para mi peso y color verde. El plástico era malo - en esos momentos el de prijon era mucho mejor- y el outfitting penoso; ni riñonera llevaba. Unas simples musleras, un reposapiés de pedaleta en plástico, unos chandeles en espuma y una bañera pequeña. Si tenias que nadar las pasabas putas para salir.
Sin embargo, en ese barco aprendí muchísimo o muy poco según se juzgue a posteriori. :-). Era rapidísima para lo que estamos acostumbrados hoy y no perdonaba el más mínimo error de asiento al entrar o salir de contras y corrientes. Así que tuve que aprender, gracias a la paciencia de mis maestros, una variada gama de posturillas con la pala puesto que si no traccionabas o apoyabas bien la pala el vuelco estaba asegurado.
Aunque nunca competí, exceptuando alguna prueba del campeonato de Aragón, mis buenas horas me pasé intentando imitar a los ídolos del momento pasando o más bien intentando pasar puertas rojas o verdes en un campo de slalom que estaba situado al lado de Graus fácil pero que tenía su gracia. Después de haber logrado un cierto dominio en puertas, empecé a bajar trozos sencillos de río que tenias que trazar a la perfección ya que si que la cola o la popa se te iban a una contra acababas nadando a la primera de cambio. Parece raro ahora, pero el esquimo no se practicaba tanto como ahora y mucha gente navegaba sin dominarlo. A veces salia y a veces no, y el italiano era la piedra filosofal para muchos.
La verdad es que a fuerza de hostias y un poco de voluntad por mi parte, acabé más o menos controlando un poco y me fuí atreviendo a bajar trozos de río algo más complicados. Un verano nos fuimos a Francia y estuvimos visitando varios slaloms el de Betharram cerca de Lourdes, uno artificial que hay no muy lejos de Lyon en el Ródano, el de Bourg-Saint Maurice dónde las pase putas - era y es un slalom en IV con volumen- y algunos más. Luego el de Sort que se acababa de construir y alguno más. En invierno soliamos ir a Ponts.
Quizás mi máxima hazaña fué bajar el Noguera desde Llavorsí con un caudal altísimo. De todas formas y al margen de nostalgias de otros tiempos mejores, con ese barco aprendí mucho y por eso siempre recomiendo a quién empieza que aunque no vaya a competir que pase algunas horillas con una slalom. La técnica que se necesita para navegar en una slalom no se olvida nunca y luego todos los barcos parecen algo más fáciles. Además se aprende a navegar muy fino y la estética de las remadas en slalom siempre te hace quedar bien.
De rodeo no hablo porqué eso en esos tiempos no existía.

lunes, junio 12, 2006

Fotos de Irene empezando a remar





Un buen fin de semana

Bueno, ya tocaba un fin de semana sin perder palas, nadar y cosas de esas que me suceden a menudo.
Había quedado el sábado con dos chavales para bajar el Ésera. Llegamos a la hora nos presentamos, pues no nos conociamos personalmente sino a través de los foros. Ellos se fueron al río, mientras yo me cambiaba en Eseraventura y retardé el descenso pues tuve que volverme a Santaliestra a buscar las gafas rojas, ya que no es muy aconsejable bajar el río utilizando la pala como bastón de ciego.
J.M. llevaba una Salto, y J. una Perception larga cuyo nombre no recuerdo ahora y yo la Juice. Evidentemente, me tocó abrir el descenso y hacer de anfitrión. Imprimí un buen ritmo pues los raftings ya habian salido hacía un tiempo y no quería encontrarme sin medio para subir pues no habiamos bajado ningún coche. El caudal según el sistema SAIH era de unos 30 m3, pero no sé, a mí me parece siempre un poco rácana esa medida. De todas formas el caudal era más que suficiente para bajar.
Fuí trazando los pasos en la zona de Pirámides, creo que con bastante exactitud y exceptuando uan pequeña nadada de J. en el último paso todo transcurrió con absoluta normalidad. Vaya, un descenso agradable y deportivo.
Una cañita y la inevitable conversación sobre barcos que se saldó como siempre que lo que importa realmente es el palista y no la flecha - o era el arquero o el arco- remataron la jornada.
La discusión se centro entre si creeks o no creeks, yo soy de la opinión que para ríos con agua me divierto mucho más - o sufro más- con un allround tirando a playboat o playboat tirando a allround. Como los matices entre uno y otro ya no sé ande están, pues la cuestión es divertirse y pasárlo bien, independientemente del barco. Algunos preferirán pedregales y adrenalina y otros más sutileza y juego.
El domingo me desperté con un monumental retortijón de barriga - ?????????????????????- y visto que podía ir a más, opté por irme a esquimotear al río en Santaliestra. Una buena sesión de agua por arriba y por abajo, purifica el organismo.
Pos nada, un buen fin de semana, que ya correspondia, y veo con satisfacción que poco a poco voy recuperando la forma. Así que :-)